El metrónomo

Hasta que no empecé a estudiar música en el colegio, ni me imaginaba existiera el metrónomo. Lo había escuchado más veces cómo en una serie de dibujos animados, que como el aparato en sí. El caso es que el metrónomo sirve para marcar los pulsos y el ritmo de una pieza,  y así poder distinguir al tocar un instrumento entre una corchea, semicorchea, nota blanca, etc.
Pero hoy el vídeo que nos ocupa es este:



Se puede ver que son 5 metrónomos que marcan ritmos independientemente sobre una tabla. A continuación, esa tabla se posa sobre dos latas, y los metrónomos comienzan a sincronizarse. ¿Es magia? ¡No! De hecho, es un fenómeno ya un tanto antiguo, ya que Huygens lo descubrió en 1665. Él vio que dos péndulos colgados en una misma pared se sincronizaban de manera misteriosa. 



Los indicadores de movimiento van acompañados a menudo de un adjetivo que hace referencia al carácter de la obra. Estas indicaciones están relacionadas con la velocidad, ya que difícilmente encontraremos un lento jocoso o un allegro fúnebre. Hay tantas indicaciones de carácter como matices queramos dar a una obra: misterioso, fúnebre, scherzando, apasionado, amoroso, romántico, movido...



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